lunes, 28 de noviembre de 2011

Y ASÍ SON LAS COSAS...







Vacío y más vacío. Eso encuentro en todo lo que me rodea. Sólo encuentro un surco vacío para lo que la mayoría de mediocres llaman “vida”.  Mi enfado con el mundo resurge como un ave fénix y lucha contra mi positividad hasta que este segundo se siente vencido, agotado y sucumbe ante la puta realidad.
Muchos se preguntan en este momento “¿Dónde está mi Dios?” Yo simplemente me pregunto en qué habré fallado o hasta qué punto habré sido víctima de las circunstancias o, más bien, víctima de mí misma.
He sido mi peor enemiga en un momento de no retorno y mi aliciente ha desaparecido. Tanto que contar y tan pocas palabras para hacerlo me ahogan en un mar seco, porque ni llorar me sale. Lo intento, pero no lo consigo.

Ésta soy yo, quien entusiasma pero defrauda, quien no consigue sus metas soberbias, quien acepta sin conformarse y luego se lamenta…quien escribe sobre la vida y en realidad no sabe vivir, quien da lecciones de vida y no tiene ni puta idea de cómo afrontar la suya, a quien debes hacer caso pero jamás tomar como ejemplo.
Me ronda por la cabeza volver a levantarme, volver a fingir esa fuerza, volver a esa farsa pero ya estoy harta de fingir. Es gracioso, cuántos años esa palabra ronda por mi mente…fingir, fingir, FINGIR…
Siempre me he dicho que soy algo más, que soy diferente, pero mis esfuerzos por ser distinta no me hacen original, más bien todo lo contrario, todos nos esforzamos por ser distintos, y algunos conseguimos convertirnos en encantadores de serpientes, pero es tan efímero…

Y si sólo fuera eso, si sólo fuese eso, si no fuese nada más incluso encontraría una nostalgia exquisita en la desdicha, pero no…la cosa no empieza ni acaba con esto…

7 comentarios:

  1. Preciosas aunque tristes palabras, me ha encantado y es mas me ha conmobido mucho tu relato. Te tengo vista de la universidad y un compañero me ha recomendado tu página. Psicóloga, belleza y también escritora, eres lo que yo llamo una persona completa. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, muchísimas gracias. Por comentarios como este merece la pena escribir en este pedacito que es sólo mío. Espero poder seguir deleitándote con mis escritos, te animo a que mires otros más alegres. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Vaya cambio de registro Ainhoa. Impresiona tu texto y se queda uno mal. Yo, a veces, cuando el desanimo me puede, tambien escribo cosas asi, por eso verlas expuestas en un Blog me dan mucho que pensar. Prefiero pensar bien y creer que solo es un ejercicio mas de escritura, pero si es lo contrario, espero sinceramente que levantes el animo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Bueno Lázaro, pienso que no hay que descartar ningún registro. No te negaré que el otro día estaba desanimada, pero la escritura es una terapia estupenda para desahogarse y , aunque el desánimo queda patente en mi relato, es cierto que también le eché un toque de imaginación. Muchas gracias, como siempre por tus comentarios, que sin duda, ayudan a dar vida a este blog. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. en realidad nos perecemos todos demasiado, solo que lo demostramos poco.

    besos, me gusta tu blog.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Marpart, un placer tenerte por aquí. Besos Perversos

    ResponderEliminar
  7. Hola, Ainoha: Nos hemos conocido hoy por casualidad, y cuando me has hablado de tu blog he sentido curiosidad. No he podido leer todo cuanto en él has dejado escrito, pero el tast me ha gustado. Tu manera de escribir me ha parecido de una sobriedad y madurez literaria de cierto nivel. Triste, eso sí.

    Me he animado a crear un blog y a ver si pronto cuelgo alguna cosa.

    Seguiremos

    Seguiremos

    ResponderEliminar