lunes, 28 de noviembre de 2011

Y ASÍ SON LAS COSAS...







Vacío y más vacío. Eso encuentro en todo lo que me rodea. Sólo encuentro un surco vacío para lo que la mayoría de mediocres llaman “vida”.  Mi enfado con el mundo resurge como un ave fénix y lucha contra mi positividad hasta que este segundo se siente vencido, agotado y sucumbe ante la puta realidad.
Muchos se preguntan en este momento “¿Dónde está mi Dios?” Yo simplemente me pregunto en qué habré fallado o hasta qué punto habré sido víctima de las circunstancias o, más bien, víctima de mí misma.
He sido mi peor enemiga en un momento de no retorno y mi aliciente ha desaparecido. Tanto que contar y tan pocas palabras para hacerlo me ahogan en un mar seco, porque ni llorar me sale. Lo intento, pero no lo consigo.

Ésta soy yo, quien entusiasma pero defrauda, quien no consigue sus metas soberbias, quien acepta sin conformarse y luego se lamenta…quien escribe sobre la vida y en realidad no sabe vivir, quien da lecciones de vida y no tiene ni puta idea de cómo afrontar la suya, a quien debes hacer caso pero jamás tomar como ejemplo.
Me ronda por la cabeza volver a levantarme, volver a fingir esa fuerza, volver a esa farsa pero ya estoy harta de fingir. Es gracioso, cuántos años esa palabra ronda por mi mente…fingir, fingir, FINGIR…
Siempre me he dicho que soy algo más, que soy diferente, pero mis esfuerzos por ser distinta no me hacen original, más bien todo lo contrario, todos nos esforzamos por ser distintos, y algunos conseguimos convertirnos en encantadores de serpientes, pero es tan efímero…

Y si sólo fuera eso, si sólo fuese eso, si no fuese nada más incluso encontraría una nostalgia exquisita en la desdicha, pero no…la cosa no empieza ni acaba con esto…

jueves, 17 de noviembre de 2011

LO QUE AINOHA ENTIENDE POR "RELACIONES TÓXICAS"








Relaciones a largo plazo maravillosas en las que todavía sigue viva la chispa, sí, ésas, ésas tan maravillosas de las que todo el mundo ha oído hablar pero nadie ha visto…Una cosa es cierta, en las películas, en los libros (es decir, en la puta imaginación de los autores) suena maravillosa.
Entonces decides tener una y, por supuesto, follar como leones, tener enanos y ser felices para siempre (como dice Michael Douglas en “Instinto Básico").  
Pasa el tiempo, y las leonas se han convertido en vacas que corren que se las pelan para empotrar el coño en la pared sin que el pobre toro tenga la más mínima posibilidad de penetrarlas.
Ayyy  pero si al menos fuera un toro diríamos que tiene algo de delito, pero es que el toro ya no es un toro, es un cerdo, y no precisamente de los que comen bellotas, porque su jamón ni es ibérico, ni se puede considerar del país.  A lo sumo se parece a una mortadela del día (barata, accesible, insípida y que mata el gusanillo en momentos de desesperación).
Lo de tener enanos...eso ya es otra cosa, porque claro, tus deseos iniciales, inconscientemente seguían una cronología natural, follar como leones y luego tener hijos, nunca las dos cosas combinadas (es decir, en el fondo lo sabías y no hiciste nada por impedirlo ¡Imbécil!).
Y claro, lo de ser  felices para siempre, parece que la gente no te ha entendido. Tú no te referías a ser feliz, tú te referías a estar cómodo, no tener demasiadas discusiones, ir de putas de vez en cuando y que los críos estuvieran bien educados. Pues resulta que para tan poco demanda hay muy poca oferta, porque ni eso te ha salido bien.
Tu mujer (igual que las vacas) empotra el coño contra la pared  cada vez que quieres follártela, tus hijos te toman por el pito del sereno y, por si podía pasar algo más, vas a visitar a tu putilla favorita y resulta que no está disponible porque ese día le ha venido la regla.
En conclusión chicos, la vida es bella y no hay que desperdiciarla ¿Alguien se lo cree?