jueves, 13 de octubre de 2011

A NALA, EN EL RECUERD0

Se me hace raro pensar que no podré volver a verte. Es como si los seres queridos siempre estuvieran disponibles para ti, eternamente, inamovibles, hasta que un buen día las cosas cambian, sus cuerpecitos no responden y deciden irse. En ese momento piensas "¿Y qué coño pasa conmigo?"
Recuerdo la primera vez que te trajeron a casa, habían prometido traer una manada de cachorros, y te trajeron a ti, con un año. Cuando le pregunté a ese caradura dónde estaban los cachorros me dijo que ya los había regalado, y que "Ésta era la madre". Él tenía que mudarse, tenía que volver a casa de sus padres, donde no le permitían conservarte y sus palabras fueron muy claras: "Si no te la quedas ,le pondré una inyección".
Me mirabas y decidí dejarte en mi casa hasta que te encontrase otro lugar, me seguías por todas partes, no parabas de mirarme y paulatinamente fui acostumbrándome a ti, aunque seguía con mi idea de buscarte otro hogar. Y bien, el día llegó. Apareció una chica simpatiquísima muy interesada en ti. Tú la mirabas detrás de mí, no le hacías cara de buenos amigos y cuando agarró la correa para llevarte con ella empezaste a llorar.
Pasaron dos minutos desde que te habías marchado y el corazón me dio un vuelco, no sabía por qué pero aquello no podía ser, se llevaban una parte de mí, y dejaban una parte de ti en mi casa. Tú y yo no teníamos que separarnos ¿Verdad muñeca? Recuerdo que bajé las escaleras como un rayo y la chica que te había llevado con ella debió tomarme por loca cuando  le dije "Mira, lo siento pero no puedo, no te la puedes llevar". Me puso de vuelta y media (con razón) y se largó furiosa, pero nos dio igual. Acto seguido, dimos nuestro primer "paseo relajante-antiestrés".
A partir de ahí... cuántas cosas, alegrías, penas, pérdida de casa, rupturas, paseos, mimos, colegueo y puro amor.
Recuerdo como si fuera ayer cuando me separé y tenía que mudarme. No tenía dónde ir y no podía volver a casa de mi madre contigo ¡Por Dios, una Pit bull! Entonces arrendé un piso  de poco más de 30 metros, absolutamente deprimente y allí estuvimos juntitas las dos hasta que pude comprar una casa, donde pasamos muchos momentos felices.
Recuerdo tantas cosas, tantas. Como decía Cristina hoy, has  sido una gran amiga, una compañera, un apoyo y te has ido en mis brazos pequeña mía.
Muchos quisieran un final así, con caricias, calmantes para no sufrir, tener al lado a la persona en quien más confías. Tu mirada relajada y tranquila esperando el descanso, me llenaba de paz, tu corazoncito latiendo pausado me ayudaba. Hasta el último momento fuiste valiente, tranquila y te doy las gracias por ello…gracias por calmar mis lloros con tu paz. 
Muchos dicen que un perro no es más que un perro, qué pena me dan. Yo te recordaré como una de mis mejores amigas y si algo más puedo ofrecerte a estas alturas es el recuerdo, ya no por el hecho de que no pueda olvidarte, es que no quiero. Valió la pena conocerte Nala.

8 comentarios:

  1. Éste tiene toda la pinta de ser autobiográfico. He seguido muy cerca de tu blog, llevabas un tiempo sin escribir y, aunque me alegro de que hayas publicado una entrada, lamento mucho el motivo. Es una lástima, aunque por lo que dices, le disteis una vida estupenda a Nala. Un beso enorme.

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  2. Sí, éste sí lo es...Y sí, se lo hizo lo que se pudo para que la nenita tuviera una buena vida, pero es que erea realmente fácil quererla. Muchas gracias y un abrazo.

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  3. Se te echaba de menos preciosa, espero que pronto publiques algo mas de tu "estilo". Siento lo de tu perra, de verdad.

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  4. Todos necesitamos caricias hasta el final... Lo siento mucho....
    Besotes!!!

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  5. Hola Ainhoa,ha pasado mucho tiempo y me preguntaba si te habrias cansado del Blog,que lastima que la entrada tenga que ser esta tan triste. A muchos animales se les coge un gran cariño y dejan un vacio en el pecho cuando se van.A mi, siendo un chaval, me atropellaron dos perros que estaba criando en el curro, un perrete negro y pequeño al que llamaba Tripi y una perra loba de extraño pelaje de nombre manchas, si se hubieran muerto mis padres no hubiera llorado tanto. Un abrazo.

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  6. Sí,es cierto que se les coge un cariño increible, y es que se lo merecen. Pues no bombon, no me he cansado del blog en absoluto, pero entre el trabajo y la carrera salgo de casa prontísimo y llego a las 21.30-21.00. Hazte la cena, recoge las cuatro cosas, ponte a estudiar si hay exámenes o ejercicios...no tengo tiempo. Pero te aseguro que añoro escribir, y no pienso dejar de daros la lata con mis relatos jejeje. Muchos besos

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  7. ¿Que tu tío te dejó un piso pequeño y mugriento?
    Pero por favor!!! Con la clase que tieneee.

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  8. Por supuesto que la tiene, y mucha, pero no tenía otra cosa más que su casa y ese piso que había acabado de heredar su pareja y estaba en esas condiciones. Si conoces a mi tío, que por lo visto parece que sí, sabrás que por su clase y altruísmo es un ejemplo a imitar por todos.

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